lunes, 16 de enero de 2012

¡AY MI AMIGA!

Tengo una amiga que está pasando por unos momentos un tanto complicados. No es la primera vez que le pasa y por éso, ella sabe que la tormenta pasará. Lo que ocurre es que, mientras la lluvia, los truenos y los relámpagos están en pleno apogeo, ella lo pasa verdaderamente mal.

El problema que tiene mi amiga, según me ha contado muchas veces, es que quiere ser infalible, cubrir todos los frentes y cuando su salud no se lo permite, sufre. Ella tiene un sentido de la responsabilidad exageradamente rígido y cuando no puede cumplir con sus obligaciones, piensa que está fallando y que lo está haciendo mal aunque esa dejación de sus deberes, se deba a problemas de salud.

Hace ya unos años que le diagnosticaron en el hospital que le atienden de fibromialgia, además tiene artrosis en la columna, hombros y rodillas y sufre de migrañas crónicas. Ella me suele explicar que no entiende por qué hay personas que pasan un resfriado o una gripe trabajando o haciendo una vida casi normal y, sin embargo, ella se siente literalmente incapaz de mover un músculo. Se desespera viendo que las demás personas siguen adelante con sus vidas aunque se encuentren mal y ella, aunque lo intenta con todas sus fuerzas, no puede hacer ni lo más elemental.

Lo curioso es que no tiene ningún problema en pedir unas pizzas por teléfono cualquier día, simplemente por el capricho de no hacer la cena, pero le mata el remordimiento si su marido y sus hijos tienen que buscarse la vida dos noches para cenar porque ella está enferma.


Es complicada mi amiga. A ella le gustaría ser la madre perfecta siempre activa, siempre con fantásticos platos preparados y la casa impecable como una ama de casa de hace cuarenta años aunque también aprovecha todos los avances culinarios que salen al mercado para facilitar las cosas a los que cocinan.

Cuando se va recuperando y empieza a encontrarse mejor, vuelve a ver las cosas con más optimismo y empieza a coger fuerzas para realizar sus actividades diarias, que no son pocas. Pero éso sólo dura hasta que el cuerpo vuelve a fallarle por algún lado y todo vuelve a empezar. Y ella no lo acepta, no se permite estar enferma, no se permite no poder.

¿De donde ha sacado todas esas tonterías? Ni idea. ¿Por qué no puede simplemente relajarse y aceptar que llega hasta donde llega y punto? No se. ¿Cuando va a darse cuenta de que cada uno tiene que aceptar sus límites? Vete tú a saber. ¿Se dará cuenta algún día de que la perfección no existe en casi nada? Espero por su bien que si, porque si no lo hace, lo va a pasar muy mal.

4 comentarios:

  1. No creo que eso sea un problema que tenga tu amiga, sino fruto de la educación recibida, en la que se nos enseñaba que la mujer tenía el deber de atender al marido e hijos, la casa impecable y ella arregladita y todo. Por eso tu amiga se siente culpable y piensa que se olvida de su familia. LO IMPORTANTE ES QUE SI A ELLA LE PASARA ALGO ENTONCES SÍ QUE SU FAMILIA QUEDARÍA DESATENDIDA. Así que dile que no piense en esas cosas y a recuperarse del todo, que cuando los demás están enfermos seguro que ella es la primera en dejar todo patas arriba para ir a ayudar. ANIMO.

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  2. Pues igual tienes algo de razón, quien quiera que seas. Gracias por leerme.

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  3. La incondicional. De nada

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