martes, 24 de enero de 2012

¡CORRIENDO A URGENCIAS!

Es increíble cómo te encuentras en la sala de espera de la consulta del veterinario con tu perro herido y te acuerdas de cuando llevabas a tus hijos con huesos rotos o heridas más o menos graves. No voy a decir que la angustia es la misma, pero casi. Y seguro que los que nunca han tenido perro se llevarán las manos a la cabeza, pero lo cierto es que llegas a querer tanto a los peludos ésos con los que compartes casa, siestas, juegos, algún grito que otro y montones de achuchones, que cuando se ponen enfermos o tienen algún accidente, lo sufres como cuando le pasa a cualquier miembro de la familia, porque éso es lo que son.

Uno de mis perros se encontraba suelto por el parque cuando vio a otro al que su "hermano" tiene manía y que, como buen hermano pequeño, imita al detalle. El mayor gruñe al que no le gusta y el pequeño, hace lo mismo. Lo que ocurrió ayer es que el pequeño se acercó a gruñir al otro perro y éste le respondió con un mordisco en la oreja con el resultado de un agujerito y un rasgón que no tendrá mayores consecuencias porque se cubrirá cuando vuelva a crecer el pelo que le raparon.El mayor no intervino porque estaba atado. El problema fue que la oreja es una parte del cuerpo con muchas venitas y por la tanto sangra mucho por lo que, además de ponernos todos como si estuviéramos rodando "La matanza de Texas 34", tuvimos que esperar bastante hasta que dejó de sangrar para poder aplicarle el pegamento quirúrjico y arreglar el estropicio que fue lo que al veterinario le pareció lo mejor para no tener que sedarle.

Espero que haya aprendido la lección y deje de imitar a su hermano mayor porque tiene un toque "macarrilla" y aunque en casa es muy obediente, en la calle le gusta provocar. Además el mayor tiene picardía para escaquearse cuando las lía y el pobre pequeño, no.

¡Estos hijos! digo ¡Estos perros!

martes, 17 de enero de 2012

VERGUENZA DE PAIS

Y digo yo, con los euros que recauden de todos los tontos del haba que pagamos religiosamente según nos indique nuestra declaración de la renta, aunque ya veremos lo que sacan la próxima , ¿qué van a hacer?

- ¿Cubrir los fondos públicos que se han llevado, presuntamente, el yernísimo, su esposísima y su socio?

- ¿Compensar los gastos que a diestro y siniestro han cargado a las arcas públicas, presuntamente, altos cargos de los gobiernos valenciano y balear?

- ¿Tapar los agujeros que hayan dejado las subvenciones que a su libre albedrío concedió, presuntamente, el megadirectorgeneral a su chófer y a quién le salió del bolo, así como su presunta afición al polvo blanco?

- ¿Inyectar más fondos en cajas de ahorros para que luego se lo lleven los directivos en prejubilaciones millonarias o se vaya en créditos que conceden a colegas a intereses ridículos?

-Etc, etc,etc...

¿Cuanto tardaría las autoridades pertinentes en embargarme hasta las bragas si dejo de pagar mis impuestos? Pues la verdad, se te quitan las ganas de pagar nada.

No me extraña que haya que hacer recortes en sanidad y educación, por ejemplo, si todo el dinero se va en comisiones, sobornos, sueldos desorbitados, pensiones vitalicias a políticos inútiles, obras faraónicas como aeropuertos sin uso o ciudades de la cultura sin explotar que sólo sirven para que, unos se lo lleven crudo y otros vean sus egos satisfechos.

¡Es que ésto no hay por donde cogerlo!

lunes, 16 de enero de 2012

¡AY MI AMIGA!

Tengo una amiga que está pasando por unos momentos un tanto complicados. No es la primera vez que le pasa y por éso, ella sabe que la tormenta pasará. Lo que ocurre es que, mientras la lluvia, los truenos y los relámpagos están en pleno apogeo, ella lo pasa verdaderamente mal.

El problema que tiene mi amiga, según me ha contado muchas veces, es que quiere ser infalible, cubrir todos los frentes y cuando su salud no se lo permite, sufre. Ella tiene un sentido de la responsabilidad exageradamente rígido y cuando no puede cumplir con sus obligaciones, piensa que está fallando y que lo está haciendo mal aunque esa dejación de sus deberes, se deba a problemas de salud.

Hace ya unos años que le diagnosticaron en el hospital que le atienden de fibromialgia, además tiene artrosis en la columna, hombros y rodillas y sufre de migrañas crónicas. Ella me suele explicar que no entiende por qué hay personas que pasan un resfriado o una gripe trabajando o haciendo una vida casi normal y, sin embargo, ella se siente literalmente incapaz de mover un músculo. Se desespera viendo que las demás personas siguen adelante con sus vidas aunque se encuentren mal y ella, aunque lo intenta con todas sus fuerzas, no puede hacer ni lo más elemental.

Lo curioso es que no tiene ningún problema en pedir unas pizzas por teléfono cualquier día, simplemente por el capricho de no hacer la cena, pero le mata el remordimiento si su marido y sus hijos tienen que buscarse la vida dos noches para cenar porque ella está enferma.


Es complicada mi amiga. A ella le gustaría ser la madre perfecta siempre activa, siempre con fantásticos platos preparados y la casa impecable como una ama de casa de hace cuarenta años aunque también aprovecha todos los avances culinarios que salen al mercado para facilitar las cosas a los que cocinan.

Cuando se va recuperando y empieza a encontrarse mejor, vuelve a ver las cosas con más optimismo y empieza a coger fuerzas para realizar sus actividades diarias, que no son pocas. Pero éso sólo dura hasta que el cuerpo vuelve a fallarle por algún lado y todo vuelve a empezar. Y ella no lo acepta, no se permite estar enferma, no se permite no poder.

¿De donde ha sacado todas esas tonterías? Ni idea. ¿Por qué no puede simplemente relajarse y aceptar que llega hasta donde llega y punto? No se. ¿Cuando va a darse cuenta de que cada uno tiene que aceptar sus límites? Vete tú a saber. ¿Se dará cuenta algún día de que la perfección no existe en casi nada? Espero por su bien que si, porque si no lo hace, lo va a pasar muy mal.