miércoles, 7 de diciembre de 2011

SHAKESPEARE ESTABA EQUIVOCADO



Los celos no son un monstruo de ojos verdes, para nada. Y la envidia, que probablemente sea la hermana mayor de éstos, mucho menos. Y si es de color verde, será porque esta hecha de bilis. Una bilis repugnante y amarga que sube por la garganta de quien la sufre y les llena la boca de la misma fetidez que les inunda el corazón.

Los envidiosos son gente insatisfecha que en lugar de disfrutar con lo que la vida les ofrece y luchar por lo que desean, se refugian en sus cuevas a maquinar como hacer daño a los que envidian y a regodearse pensando en lo injusta que es la vida con ellos por no darles tanto como a los demás.

En lugar de valorar su felicidad, sus bienes materiales o personales, ansían siempre lo que poseen los otros, sea lo que sea. Nunca tienen suficiente y no se dan cuenta de que es precisamente ésa envidia la que les ciega e impide crecer y desarrollarse como personas y dar todo lo que podrían de si mismos hasta alcanzar sus deseos.
La envidia les hiela el corazón hasta el punto de emanar un frío helador, tan gélido que es capaz de marchitar hasta la flor más bonita.


martes, 6 de diciembre de 2011

LOS ANIMALISTAS NO SON GILIPOLLAS


En un sitio de internet que frecuento, se creó una gran polémica a raíz de las declaraciones del Sr.Boadella llamando a los votantes del partido animalista Pacma, gilipollas. Parece ser que en respuesta a sus desafortunados comentarios, le llamaron de todo menos bonito y algunos de los insultos se subieron algo más que de tono, llegando al punto en que teniendo toda la razón, la pierdes.

En mi opinión, al tipo se le ha ido la olla con comentarios como ése y explico por qué. Pienso que se puede debatir sobre las ideas de los veganos y su filosofía de vida. Las personas que creen que el ideal de vida es no matar a ningún animal bajo ningún concepto porque son nuestros iguales frente a los que defienden que el ser humano se ha servido de los animales para sobrevivir usándolos cómo alimento y vestido desde que el mundo es mundo. Los que se preocupan por ayudar a los animales en la medida que pueden, apoyan las causan que defienden el buen trato en las granjas de vacas, cerdos, gallinas, patos, etc. pero no son vegetarianos y consumen éstos alimentos.

Todo ésto es susceptible de discusión y debate y cada uno puede tener sus ideas porque todas entrarían dentro de un mismo límite y es el de tratar de crear un mundo mejor para los que no tienen voz en nuestro mundo racional : los animales.

Lo que, para mi no tiene ni debate, ni discusión, ni leches, son éstas realidades:

-Cuando a un toro se le torea, SE LE TORTURA Y SE LE HACE SUFRIR

-Cuando a un toro se le untan los cuernos con grasa y se le prenden fuego SE LE TORTURA Y SE LE HACE SUFRIR

-Cuando a un toro se le acosa hasta que salta al agua, algunos se ahogan SE LE TORTURA Y SE LE HACE SUFRIR

-Cuando a un toro se le lancea hasta que muere SE LE TORTURA Y SE LE HACE SUFRIR

-Cuando a una cabra se le tira de un campanario SE LE TORTURA Y SE LE HACE SUFRIR

-Cuando a un ganso se le tira del cuello hasta que se lo arrancan SE LE TORTURA Y SE LE HACE SUFRIR

Y a las personas que piensen que ésto es cuestión de opiniones, que son tradiciones, que es arte, que se acabaría la especie, que se perderían puestos de trabajo, que al que no le guste que no mire y cosas por el estilo, de verdad que deberían hacérselo mirar.

Yo, a éstas personas no les llamaría gilipollas precísamente, más bien diría que los que disfrutan viendo o participando en semejantes bestialidades tienen un problema psicológico peliagudo.

Y por otro lado, a nadie se nos escapa, o por lo menos a los que nos gustan los animales y entendemos a los animalistas, hayamos votado a Pacma o no, es que los que han votado a Pacma, no esperaban que nos fuesen a sacar de la caótica situación en la que nos han metido, entre todos y no excluyo a ninguno, los supuestos políticos "formales y serios" , vamos, de los de verdad, que corruptos como ellos solos, se han dedicado a dejar éste pais hecho una porquería. Lo único que querían y quieren, supongo yo, era apoyar otra alternativa distinta que supusiese dar voz a quienes NO LA TIENEN, hartos ya de sentirse defraudados por aquellos a los que habitualmente han dado su voto en algunos casos, de ahí el aumento, y con su convencimiento de siempre en otros.

Por último, a la carta de una señora que frecuenta el mismo sitio de internet que yo, Mascoteros.com, María, Boadella le respondió excusándose con ella y diciendo que no siempre la palabra gilipollas se usa con un sentido insultante. A mi me recuerda a la explicación del juez ése que decía que cuando el marido llamaba zorra a la mujer, seguramente es que le quería decir que era lista o astuta. Algo así.


¡Que fiestón, jo, unas risas!
Efectivamente, arte puro. No sabría si decidirme por ésta imagen o por un cuadro de Monet. Díficil decisión.
 
 
De toda la vida


Es sólo un ganso
ALGUNOS NI MIJITA, FORGES, NI MIJITA. ¡QUE PENA!



























lunes, 5 de diciembre de 2011

HAY MUCHAS COSAS QUE NO ENTIENDO

Cada día soy más consciente de que, cada vez, entiendo menos a la gente.

No entiendo por qué algunas personas se complican la vida estando más pendientes de los que hacen los demás que de vivir su propia vida.

No entiendo por qué hay gente que es capaz de hacer daño a sabiendas de que lo está haciendo y por cualquier motivo.

No entiendo a los que, una vez aseguradas sus necesidades, si les sobra un duro, no lo ceden a los que lo necesitan.

No entiendo a los que son incapaces de sentir el dolor o la pena de los demás.

Y por todas éstas cosas que no entiendo es por lo que me cuesta cada vez más leer un periódico, ver las noticias e incluso lidiar con las situaciones cotidianas que a todos nos surgen en nuestro trajín por éste mundo. Y si no fuera por la ayuda que el yoga supuso para mi, estaría encerrada en algún sitio hace mucho tiempo ya.

Para mi el yoga ha sido como un impermeable que me ha enseñado a protegerme de las cosas que me hacían daño, pero enseñándome a la vez, a diferenciar claramente entre las que tienen importancia y merecen mi atención y las que no son dignas de ni una sóla de mis lágrimas. Y no es que me haya convertido en la madre Teresa de Calcuta, por su bondad o en el Dalai Lama, por su calma y sabiduría. Ni mucho menos, pero si me ha hecho darme cuenta de que yo no soy responsable del bienestar de todo el que esté a menos de un kilómetro de mí, cosa que me estresaba sobremanera. Y sin embargo, se puede ir por la vida con la tranquilidad que da el no pisar el callo de nadie, respetar todo lo que se pueda y echar una mano siempre que tengas la oportunidad.

Pero con el yoga y todo, hay veces, en que no puedo evitar que me lleven los demonios cuando veo en televisión que los niños de Huelva no aparecen y el padre pide chorradas en la cárcel, que los asesinos de Marta no doblan y no dicen que hicieron con el cuerpo y no hay manera legal de obligarles a confesar, que en Ucrania han matado cientos de perros y gatos para tener las calles limpias para el Mundial o Copa o no se que leches, que la gente se muere de hambre en Africa pero los fabricantes de armas siguen facturando miles de millones de dólares al año, que casi a diario aparecen casos de corrupción política como si la inmoralidad y falta de ética se jurasen junto con los cargos, sólo que tan bajito que no lo oyésemos nadie. Y tantas y tantas cosas...

Pero entonces, respiro hondo, y pienso que contra los grandes problemas no puedo hacer nada, pero lo que si puedo hacer es aportar mi granito de arena, a mi nivel, en mi barrio, en la medida en que yo pueda. Y cómo dice ése refrán que a mi me gusta tanto: " Un grano no hace el granero pero ayuda al compañero"